martes, 12 de diciembre de 2017

OKAPI / OKAPI (Okapia johnstoni)


   Zoologischer Garten Berlín

   Zoo de Londres

   Zoo de Amberes, Bélgica/Antwerpen Zoo, Belgium, 06/2019

P. L. SCLATER, 1901

   El okapi (Okapia johnstoni) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Giraffidae. Es el pariente vivo más próximo a la jirafa. Se le considera a veces un fósil viviente por su parecido con los primeros jiráfidos que aparecieron en el Mioceno. Fue descubierto en 1901 por el explorador británico Sir Harry Johnston, cuyo interés había sido despertado por los insistentes rumores sobre un animal parecido al caballo, que vivía en los bosques del Congo belga y era cazado por los pigmeos, quienes le llamaban okapi. En el año 2006 y luego de casi 50 años en los que no había sido detectado ninguno en estado salvaje, se produjo su redescubrimiento en el Congo.
   Su distribución actual está limitada a los bosques pluviales del norte de Zaire, entre los ríos Ubangi y Uele, en el Oeste y Norte, y hasta la frontera con Uganda y el río Semliki, en el Este. Como la mayor parte de los grandes mamíferos que viven en bosques, está muy localizado, pero en zonas de hábitat adecuado es relativamente común, sobre todo en las regiones de Buta y de Ituri.
   Posee una altura de entre 1,5 y 1,7 metros, una longitud de 2 metros y un peso de 210-250 kg. Su pelaje es castaño oscuro aterciopelado, con franjas transversales negras y blancas muy vistosas en los cuartos traseros, parte baja de las nalgas y parte superior de las patas.
   Un hábitat apropiado comprende bosques secundarios densos, en los que los árboles jóvenes y los arbustos incrementan las disponibilidades de comida. También incluye tierras arboladas de los márgenes de los ríos, y particularmente los desmontes y claros umbrosos, donde la penetración de la luz incrementa la producción de comida a niveles bajos. En cambio, no representan un hábitat conveniente los bosques de bóveda cerrada y poca vegetación en el suelo. Es un animal sigiloso que confía en sus agudos sentidos del oído y el ofato para evitar a los predadores; a diferencia de la jirafa, su vista es relativamente débil. Son puramente ramoneadores, y se alimentan de hojas de rebrotes tiernos de los árboles. También figuran en su dieta semillas y frutos.

   Zoo de Amberes, Amberes, Bélgica

    Zoo de Wuppertal, Alemania, 04/2014

   Wilhelma Zoo, Stuttgart, Alemania

   El okapi tiene rasgos parecidos a los de las jirafas: cuernos cubiertos de piel, caninos lobulados y lengua negra y extensible que utiliza para llevarse comida a la boca. Sólo los machos tienen cuernos, aunque a veces las hembras poseen un par variable de fundas de cuerno.
   Las diferencias de comportamiento y ecología entre las dos especies de jiráfidos proceden de diferencias en su hábitat: sabana abierta en las jirafas, bosque en el okapi. Los primeros informes de la especie sugerían que los okapis eran nómadas, especialmente los machos. Sin embargo, su utilización regular de senderos que unen zonas predilectas de alimentación da a entender una vida más sedentaria. Al contrario que las jirafas, los okapis tienen glándulas en los pies, y según algunos informes marcan los arbustos con su orina. Estos factores, junto con su solitaria existencia, implican un sistema social basado en la territorialidad del macho.

   Zoologischer Garten Berlín

   Colonia Zoo

   Zoo de Frankfurt, Alemania, 09/2021

   En cautividad, el celo llega a durar un mes, en cuyo transcurso el macho se convierte en el fiel consorte de la hembra. Ésta anuncia su condición por medio de la orina y de las llamadas, aunque en otros momentos los okapis son silenciosos. Ese período de celo tan largo asegura que el macho tenga tiempo para localizar a la hembra y superar sus inclinaciones solitarias antes de aparearse. Las fases de acercamiento y contacto iniciales vienen marcadas por una mayor agresividad de la hembra y más demostraciones de dominio del macho que en las jirafas, sin duda para superar las reacciones defensivas de los individuos típicamente solitarios. El galanteo del macho se parece al de los antílopes e incluye el repliege de los labios (flehmen), ostentación de la mancha blanca del cuello, coces y el gesto de erguir la cabeza. Los encuentros entre machos, sobre todo en presencia de una hembra en celo, son a menudo agresivos, y la lucha ritual a pescozones es reforzada con embestidas periódicas y testarazos con los cuernos.
   Las crías nacen con proporciones distintas a los adultos: cabeza pequeña, cuello corto y piernas gruesas y largas. Al crecer, se les reducen considerablemente las vistosas crines. Las crías permanecen escondidas durante las primeras semanas. La vocalización es importante para mantener el contacto entre madre y prole. En cautividad, las crías son destetadas a los seis meses. Los cuernos de los machos se desarrollan entre el primero y el tercer año de edad. Los principales predadores de las crías son los leopardos. Igual que las jirafas, las hembras defienden a su prole asestando coces.
   El que los pigmeos cacen okapis para subsistir no parece que ponga en peligro esta especie. Lo que sí la amenaza es la intensiva caza ilegal comercial de que hoy son objeto todos los grande mamíferos del bosque.

   Zoo de Amberes, Bélgica

   Zoologischer Garten Berlín

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