Zoo de Duisburg, Alemania, 09/2011
Zoo de Servion, Suiza, 12/2018
LINNAEUS, 1758
Zoo de Servion, Suiza, 12/2018
LINNAEUS, 1758
El zorro ártico (Alopex lagopus), también llamado zorro polar, zorro blanco o zorro de las nieves, es un pequeño cánido que habita a lo largo y ancho de la fría tundra, generalmente en laderas de Eurasia, Norteamérica y Groenlandia.
Su principal alimento consiste de pequeños mamíferos y aves, aunque su presa favorita es el lemming. El zorro ártico posee unas orejas pequeñas y una capa densa de pelo que le permite subsistir y cazar a temperaturas extremas (de hasta -50 °C). En el verano, esta capa blanca de pelaje largo cambia por una capa pardo-grisácea de pelaje más corto. En Groenlandia se han documentado ejemplares de pelaje azulado, característica apreciada por los peleteros y potenciada por los criadores. Gracias a que se adapta con facilidad al hombre y al estado doméstico, la caza del zorro ártico ha descendido, aunque sigue existiendo.
Zoologischer Garten Berlín
Brno Zoo, Rep. Checa 10/2019
Zoologischer Garten Berlín
Brno Zoo, Rep. Checa 10/2019
Esta especie se aparea en marzo, que es el mes cuando ya hay camadas de lemmings, que permitirán a la madre alimentarse mejor; ésta, para el mes de mayo, ya habrá dado a luz de 4 a 11 zorritos, que en la adultez medirán entre 35 y 55 cm. El peso del macho promedia 3,5 kg, con un rango de 3,2 a 9,4 kg, y el de la hembra 2,9 kg, con un rango de 1,4 a 3,2 kg. Durante el verano, esta especie forma parejas monógamas que cuidan conjuntamente de las crías. En los lugares donde faltan los lemmings y otros pequeños mamíferos, como en Islandia, los zorros polares se alimentan casi exclusivamente de aves marinas.
Los zorros árticos se distribuyen a lo largo de las tundras del norte de Eurasia y Norteamérica, incluidas muchas islas a las que llegaron en su día caminando sobre el hielo. Permanecen activos todo el año y son de los pocos animales que no hibernan o emigran a otras regiones durante el invierno. Suelen pasar sobre los bloques de hielo buscando ballenas varadas y carroñas abandonadas por los osos polares, a los que siguen durante días. Éstos suelen ignorarlos, aunque se han dado casos de ataques de osos contra los zorros árticos. Si algún zorro es sorprendido por el deshielo estival a gran distancia de tierra firme, puede acabar en las fauces de un tiburón. En tierra, sus depredadores más frecuentes son el lobo y el búho nival.
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