Budapest Zoo
ZIMMERMANN, 1780
El fenec, también llamado feneco
o zorro del desierto, es el más pequeño de todos los cánidos salvajes. Su
tamaño es algo mayor que el de un conejo. Alcanza una altura de 21 cm en la
cruz y entre 35 y 41 cm de largo, más de 18 a 30 cm de cola, y pesa entre 1 y
1,5 kg. Tiene los ojos grandes y las orejas largas y triangulares. La cola,
casi tan larga como el cuerpo, está densamente poblada de pelo. El pelo, largo
y sedoso, es de un color amarillento arenoso en la cara dorsal y blanco en la
abdominal.
Es una especie crepuscular y nocturna que habita en los desiertos y
semidesiertos rocosos y arenosos del Sáhara y la península del Sinaí. Vive de
forma sociable, formando grupos de hasta 10 animales cuyas madrigueras están en
contacto. Poseen unos sentidos agudísimos, pero el más desarrollado es el oído.
Las grandes orejas, como si fuesen radares, localizan los ruidos más flojos y
dirigen al animal hasta sus posibles presas, a las que luego captura lanzándose
sobre ellas con un ágil salto. Su alimentación se compone de insectos,
caracoles, lagartijas y pequeños roedores, si bien no desdeña los huevos,
frutas y carroña. Las orejas también le sirven como sistema de ventilación y
refrigeración de la sangre que le ayuda a soportar las elevadas temperaturas y
el clima extremo del desierto.
Por regla general la hembra alumbra a unas 2-4 crías ciegas, después de un tiempo de gestación de unos 50 días, en cuya cría participa el macho. Abren los ojos al cabo de 12 a 13 días. Si bien las crías son amamantadas durante largo tiempo, al cabo de los 25 días de haber nacido participan ya de las presas que les son aportadas hasta la madriguera. Los jóvenes zorros son considerados adultos a los nueve meses de edad y la familia se disuelve entonces.
Los géneros Fennecus y Alopex se han englobado en Vulpes. Sus diferencias morfológicas son claras adaptaciones a su entorno.
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