Zoo de Barcelona, Barcelona, 08/2011
OTTO, 1796
El nombre del carpintero blanco o pico albo (Melanerpes candidus) hace referencia a la coloración blanca de la región ventral y la
cabeza, esta última con una línea negra que va del ojo hasta la espalda. Las
plumas de las alas son de color negro, así como las de la cola y la espalda.
También presenta unas manchas amarillas alrededor del ojo y en el vientre y en
la nuca en el caso de los machos.
Como características de la familia a la que
pertenecen, presentan un pico largo, recto y fuerte, apto para perforar la
corteza de los árboles en busca de insectos, y una lengua delgada y larga
recubierta de una sustancia viscosa, que es protráctil y extensible, y que
presenta espinas en su extremo, facilitando la adhesión de sus presas.
Otra
característica de los carpinteros es la capacidad de amortiguación de los
cuerpos que producen al perforar los troncos de los árboles con el pico, cosa
que consiguen gracias a la posesión de un complejo dispositivo craneal y
muscular, como por ejemplo una mandíbula superior muy móvil debido a la
presencia de la articulación frontonasal.
El carpintero blanco habita en los bosques
subtropicales secos de América del Sur, así como en las áreas más abiertas con
árboles dispersos y los márgenes de cultivos, donde se alimenta
predominantemente de frutos, semillas, miel e insectos, principalmente abejas y
avispas. Suele formar grupos de hasta 8 individuos, un comportamiento social
poco habitual en los picos.
Ambos padres incuban una puesta de unos 3-4
huevos en un nido situado en el interior de una cavidad situada entre rocas o
hecha en los troncos de los árboles.
Es una especie todavía común en muchas
regiones de su área de distribución.
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