ZIMMERMANN, 1780
La gacela saltarina (Antidorcas marsupialis) es el emblema nacional de Sudáfrica. Es una soberbia y vivaz gacela cuyo nombre hace alusión a los prodigiosos y sucesivos saltos de más de 3 metros de altura que puede realizar a gran velocidad. Parece botar como una pelota, con el lomo arqueado, la cabeza inclinada, las largas patas tensas y los cascos juntos. Este comportamiento espectacular indica a los demás miembros del rebaño que existe un peligro. Es suficiente con que una sola gacela se ponsa a saltar para que poco a poco toda la comunidad haga otro tanto o emprenda la huída, propagándose esta señal como una ola. La gacela saltarina es u corredor ágil; su velocidad puede alcanzar e incluso superar los 95 kilómetros por hora. Sus saltos sobrepasan los 6 metros de longitud.
Zoologischer Garten Berlín
Además de sus saltos de advertencia, se sirven de otra señal: una franja de piel particularmente blanca a lo largo de su grupa que descubre cuando está excitado; para alarmar a los que le rodean. Normalmente esta franja está cubierta por un repliegue de la piel.
Las gacelas saltarinas han emigrado desde siempre. Hasta finales del siglo XIX, centenares, incluso miles de ellos se desplazanban a través del país, partiendo del desierto de Kalahari hacia El Cabo. Sus grupos eran tan apretados y se desplegaban con tanta precipitación, que muchos de estos animales morían aplastados o se ahogaban al tratar de cruzar el río Orange. La última de estas migraciones tuvo lugar en 1896. Desde entonces los rebaños no volvieron jamás a constituirse tan numerosos porque estas gacelas, de carne muy apreciada, cayeron víctimas de los cazadores. No obstante, muchos ejemplares viven aún en la región del Kalahari, particularmente en los alrededores del oasis de Etosha.
Trás una gestación de 170 días, la hembra da a luz una única cría que acompañará a su madre hasta que llegue el momento de independizarse, cosa que ocurre a los 6 meses.
Reserva Africana de Sigean
Oasys Mini Hollywood, Almería, España, 06/2021
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